De héroe a villano

Luis Enrique fue jugador del Real Madrid entre 1991 y 1996. Como tal fue partícipe de la goleada que el equipo que entrenaba entonces Jorge Valdano le endosó al Barcelona. Fue un 5-0 en la temporada 94-95, la manita de vuelta tras la sufrida el curso anterior en el Camp Nou. El ahora entrenador azulgrana marcó un gol aquel día. Un año y medio después cogió el puente aéreo. La hinchada blanca no se lo perdonará nunca.

Vestido de azulgrana vivió el mejor momento de su carrera deportiva. Compareció en 14 Clásicos y consiguió cinco goles. Tampoco rehuyó la polémica como en aquella recordada trifulca entre él y Zidane.
Luis Enrique pisará este sábado el césped del Santiago Bernabéu. Lo hizo en su etapa en el Celta. Sabe que pocos le abrirán sus brazos. Ahora menos. Dice que no hay mejor escenario para sentirse culé que en templo sagrado del eterno rival. Ya lo demostró cuando al marcar en un Clásico mostró a la grada el escudo y los colores de la camiseta que hoy vuelve a defender desde el banquillo.


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